La clarividencia es una facultad que acompaña a la Humanidad desde el inicio de los tiempos. Es la raíz de la religión, de todas las religiones, hasta las modernas que existen hoy en día y que tienen millones de fieles a lo largo y ancho del planeta. Pero es mucho más. La clarividencia y la videncia son facultades inherentes al ser humano que tienen difícil explicación científica, aunque los datos y los casos que prueban su existencia son inmensos. El problema de probar la videncia o la clarividencia es que estas superan los exámenes empíricos a los que la ciencia les podría someter, son experiencias que no se pueden medir con los 5 sentidos, como hace la ciencia, ya que se mueven más en el plano de lo que se llama comúnmente "el sexto sentido".
Este "sexto sentido" o "tercer ojo" que nos abre el camino a sendas que van más allá del mundo material y que nos adentran en el mundo no físico o espiritual, es algo que todos los humanos, y me atrevería a decir que los animales más desarrollados, compartimos.
La Clarividencia en todo su potencial
Se pueden ver estas experiencias como formas de misticismo que múltiples santos y santas cristianos han descrito. Así como las experiencias en trance de los chamanes antiguos o de los monjes budistas.
Aunque todos los humanos nacemos con la capacidad de "ver claro", clarividencia, solo unos pocos la desarrollan a gran escala y son muy pocos los que a lo largo de la historia se pueden definir como verdaderos clarividentes, estás son personas capaces de ver acontecimientos presentes pasados, y futuros con toda claridad y, lo más importante, veracidad, en su mente.
Los videntes
Los videntes, por otro lado, suelen ayudarse de objetos o rituales para abrir su mente y poder llegar a esa información velada a los que no desarrollan dichos dones. Un vidente normalmente nace, pero también se hace. Son esas experiencias que poco a poco van formando parte de su vida lo que hace a la persona interesarse por la videncia, luego cada uno decide cuáles la mejor forma de desarrollar las cualidades. Por su puesto que la fe juega un papel muy importante en la vida de un vidente o de un clarividente, y sobre todo las ganas de explorar el don y de utilizarlo de buena manera.
Ya en el antiguo Egipto o en la antigua Grecia se conocía el poder de estas videncias y el poder del oráculo. Uno de los oráculos más famosos que estuvo activo más de mil años es el Oráculo de Delfos con su famosa Sibila, la visita al Oráculo estaba institucionalizada y formaba parte de la vida de los griegos.
El vidente
El vidente es una persona que por estudio y por don, pro relajación o entrenamiento de sus sentidos es capaz de reconocer y ver cosas que a los demás nos pasan desapercibidas. Los casos a lo largo de la historia son tan extensos que han llenado miles de páginas de libros y diarios, ya en el s. XIX se dio un auge de estas mancias, las cuales ibas desde la Cartomancia a la Quiromancia, pasando por la mancia suprema que es la Astrología, la primera ciencia que conoce el hombre. Ya los mayas, así como los sumerios, la desarrollaron y vivieron en sociedad de acuerdo a sus preceptos.
El clarividente y el vidente cuando ponen sus dones al servicio de la sociedad deben hacerlo para ayudar a los demás en su camino por la vida, a encontrar el propósito que tiene el individuo, a su lugar en el mundo. Es una labor que ya tenía el chamán en la tribu y que hoy en día ofrece el vidente a quién lo desee.
Cartas del Tarot para transmitir mensajes
Es muy común que hoy en día se utilicen las cartas del Tarot en la videncia y es porque se ha demostrado muy útiles en su visualización arquetípica que conectada al Universo con el Consultante y con el vidente, el Tarot es un lenguaje que comprenden los tres, Y que ayuda al vidente a la hora de explicar el mensaje que le llega.
No debe existir el miedo en la consulta al vidente, al contrario, ya que nos abrirá sendas para la mejora, lo que si hay que tener es respeto por todo.
Los motivos por los que se consulta a un clarividente son varios y las preguntas que se suelen hacer son muchas, pero la principal razón es porque tienen la necesidad humana de creer en algo.
En este sentido, la cuestión es simplemente mantener la esperanza o la ilusión de que el presente puede cambiar, que los conflictos pueden solucionarse, que el amor llegara y que el futuro nos deparará algo mejor.
Hay que concluir que la videncia y clarividencia son verdaderos dones y que quienes los tienen realmente suelen ser de gran ayuda a los demás, si esto lo hacen de forma profesional es natural que cobren por ello, pero seguro que no se hacen ricos ni hacen ostentación de sus bienes, y sobre todo tienen unos fuertes principios éticos, ahora bien, hay que pensar que son facultades que se dan excepcionalmente.
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