Ritual de la Esfera de Luz para la Relajación

Este ritual está indicado a la hora de prepararnos para hacer un ritual mágico, o para conseguir la relajación necesaria para aclarar y centrar la mente si vemos que nos sentimos agobiados o superados.

Es un proceso de relajación que ayuda a la persona decidida ha invocado en un ritual a centrar su mente, cuerpo y espíritu.

Ritual de la Esfera de Luz para la Relajación

Este ritual no requiere de ningún tipo de preparación ni altar alguno, solo su predisposición diaria a realizarlo. Para ello disponga de una habitación donde se pueda asegurar que durante cinco o diez minutos nadie le molestara, descuelgue el teléfono, apague la luz y siéntese en una silla o sillón confortable, si lo desea puede tumbarse en la cama, pero adopte la posición que adopte, ya sea sentado o acostado, lo principal es que esté cómodo.

No cruce los pies ni las manos, sitúe las manos al lado de su cuerpo con las palmas boca abajo.

Pasos para el Ritual de la Esfera de Luz para la Relajación

1º Paso.- Cierre los ojos

2º Paso.- Respire profundamente sintiendo cómo el aire penetra en su interior, hasta que note un ligero mareo, si lo desea, puede utilizar una varita de incienso, el más adecuado es el de sándalo.

3º Visualice una esfera luminosa de color dorado intenso de no más de 50 cm de radio.

4º Sienta como esta esfera entra por los pies y sube hasta las rodillas.

5º La esfera luminosa, sigue ascendiendo hasta cubrirle los genitales.

6º En su recorrido llega hasta el estómago y pecho.

7º Luego por el cuello y la nuca se desplaza hasta su hombro derecho y llega hasta la mano.

8º Vuelve a subir por el hombro y se desplaza hasta el hombro izquierdo, baja por el brazo y llega hasta la mano izquierda.

9º Finalmente sube por el brazo y por la garganta, hasta iluminar toda la cabeza para difuminarse toda por igual por todo el cuerpo.

10º Sienta cómo la luz le llena todo su cuerpo, luego efectúe tres respiraciones fuertes y el ritual habrá terminado.

 ¿Qué consigue con esto?. Lo primero relajarse, llenar su cuerpo de paz y tranquilidad y recargarse de energía pura, en pocas palabras limpiar su espíritu interno, su SER SUPERIOR. Con la práctica diaria de este ritual, notará que su estado de ánimo aumenta, impregnándole de una cierta euforia y alegría muy necesaria para la práctica de la Magia Ritual.

La Maga Moderna

Esta entrada la escribo entre febrero y marzo, cuando ya la primavera asoma su naricilla sonrojada, y lo hago porque es un momento mágico, cósmicamente hablando. Y eso me ayudará a expresar lo que se siente siendo una maga en el s. XXI. A veces incomprendida, muchas, a veces tolerada y la mayor parte de las veces ignorada.

Sí, ignorada, porque lamentablemente en este mundo tecnológico donde las máquinas hacen su magia y la ciencia es religión, los magos no tenemos cabida. No como en los tiempos de Arturo, o de Felipe II, o de la reina Isabel, La Virgen con su John Dee, el mayor alquimista de todos los tiempos que le ayudó a vencer a la Armada Invencible.

La Maga Moderna

La magia se la ha quedado Disney, Pixar... Hollywood...
Sin embargo, la magia existe, solo hay que ser muy observadora, muy intuitiva, trabajar con tu instinto, tomar la Vía de en Medio, la que no es de la razón ni de la pasión, es esa voz en tu interior y de repente un día despiertas y la ves. Ves cómo se obran los milagros.
Ves cómo sabes cada día leer mejor el Tarot, y aciertas, pagada por la voluntad según la Ley Gitana.
Y descubres que nada es casual, que hay un plan celestial para cada uno de nosotros, que a pesar de ello tenemos el libre albedrío, las decisiones tomadas con Vía de en Medio, las meditadas desde el AMOR a uno mismo, y a los demás serán las que guíen nuestro camino más recto a nuestro destino.

Las decisiones tomadas por el egoísmo, o por competición, nos desviarán de nuestro camino, nos hará sufrir, y por el sufrimiento nos acercaremos a la Vía de en Medio, que es la que lleva a la Verdad Suprema, y por eso se puede ver el futuro, pero a veces no aciertas, y es porque el consultante no actúa desde el Amor, para sí mismo o hacia los demás.

En esto el Universo no interviene, él solo vela por el equilibrio de la vida, como velo yo por el equilibrio de mis poderes y de mi alma y corazón, que son los que están en juego.

Ser maga es un servicio a los demás en nombre del Bien Supremo y eso a veces es duro, pero compensa. Muchísimo. Absolutamente, y no querría por nada del mundo ser otra cosa, yo no lo elegí. Él me eligió a mí y me enseñó un Amor Infinito por la Humanidad.