La luna es el astro en el firmamento que más poesía y magia ha inspirado al hombre desde los tiempos más remotos. Su brillante luz cuando está llena ha servido de guía en la noche, cuando las estrellas son menos visibles. Su influencia es innegable en todos los seres que habitan La Tierra y por supuesto ha formado parte de innumerables ritos, es todas las creencias desde que el Hombre es Hombre. Contando lunas llenas se hicieron los primeros calendarios, influye en las mareas, su campo gravitacional mueve esas inmensas masas de agua que son los océanos.
Datos sobre la Luna
Nombre: Luna
Edad: 4,500 millones de años
Distancia de la tierra: 385,000 kilómetros
Diámetro: 3,480 kilómetros
Peso: 73 800 000 000 000 000 000 de toneladas
Densidad: 3.3 g/c3 (60% de la tierra)
Temperatura: de -153 a 103 °C
Periodo de transición: 27 días 7 horas 43 minutos
Periodo de rotación: 27 días, 7 horas, 43 minutos
El mundo Antiguo está cubierto de magia, mitos y leyendas que nos revelan entre sombras, verdades eternas, misterios sagrados que esconde la naturaleza.
La Luna representa el aspecto femenino de la naturaleza, se considera de forma simbólica, como la madre, la mujer que engendra vida y que la protege. Los ciclos menstruales y la gestación se miden en meses lunares.
Sin duda alguna la presencia de la energía lunar, cuya fuerza universal radica en la energía femenina, es fundamental para tener en cuenta en cualquier ritual mágico. Especialmente si ese ritual tiene como finalidad la obtención de algún deseo relacionado con el mundo de las emociones (como el amor), la fertilidad, la creatividad y la salud.
Así pues, la luna puede ser utilizada no solo para estudios astrológicos y en el Tarot, sino para tener en cuenta en nuestra vida diaria y aprovecharnos de sus beneficios.
En cuanto a la magia y la luna hay un principio básico que se debe tener muy en cuenta:
Edad: 4,500 millones de años
Distancia de la tierra: 385,000 kilómetros
Diámetro: 3,480 kilómetros
Peso: 73 800 000 000 000 000 000 de toneladas
Densidad: 3.3 g/c3 (60% de la tierra)
Temperatura: de -153 a 103 °C
Periodo de transición: 27 días 7 horas 43 minutos
Periodo de rotación: 27 días, 7 horas, 43 minutos
Fases de la Luna
A lo largo de los tiempos la Luna ha estado con nosotros. Nace, crece, madura, envejece, muere y vuelve a nacer. La dama de la noche, la señora de las mareas, la Diosa de las estrellas, son algunos nombres con los que identificamos a la hermosa Luna. Es el satélite natural de la Tierra que se relaciona tan estrechamente con nosotros, como los propios ciclos de la vida. Para algunos la Luna posee una magia, un poder especial, que inspira, renueva y nutre el alma, es la musa de poetas, místicos y amantes. Es el punto celeste que nos recuerda nuestra frágil existencia con sus cambiantes fases.
Mitos y leyendas
El mundo Antiguo está cubierto de magia, mitos y leyendas que nos revelan entre sombras, verdades eternas, misterios sagrados que esconde la naturaleza.
La Luna representa el aspecto femenino de la naturaleza, se considera de forma simbólica, como la madre, la mujer que engendra vida y que la protege. Los ciclos menstruales y la gestación se miden en meses lunares.
Sin duda alguna la presencia de la energía lunar, cuya fuerza universal radica en la energía femenina, es fundamental para tener en cuenta en cualquier ritual mágico. Especialmente si ese ritual tiene como finalidad la obtención de algún deseo relacionado con el mundo de las emociones (como el amor), la fertilidad, la creatividad y la salud.
La Luna ha sido el primer astro al que se le dio interpretaciones astrológicas por parte del hombre. Dada la cercanía con la Tierra, ha sido nuestro planeta preferido —en realidad es un satélite, pero en Astrología se le incluye en el grupo de planetas. Su movimiento caprichoso, jovial y ligero, su luz y sus fases, la cara oculta de la luna, la luna llena, la luna nueva… ha provocado en el ser humano innumerables fantasías, cuentos, misterios, etc.
Así pues, la luna puede ser utilizada no solo para estudios astrológicos y en el Tarot, sino para tener en cuenta en nuestra vida diaria y aprovecharnos de sus beneficios.
En cuanto a la magia y la luna hay un principio básico que se debe tener muy en cuenta:
Las Fases Lunares
Luna Nueva
Nunca debemos realizar un ritual que necesite mucha potencia bajo los influjos de esta luna, puesto que representa lo que todavía no se ha hecho o no se ha conseguido. No tiene mucha fuerza y es preferible utilizarla cuando se buscan efectos mágicos sutiles, no demasiado trascendentales. Puede utilizarse especialmente para rituales de limpieza y renacimiento de energías.
Luna en Cuarto Creciente
Es un momento muy importante en cuanto a términos mágicos se refiere, pues todo el ciclo creciente de la luna, potencia cualquier hechizo propiciatorio. Esto significa que cualquier cosa que se quiera crear y mejorar será potenciada con un hechizo realizado en algún momento de esta fase. Hay que tener en cuenta que cuanto más cerca esté la luna de ser luna llena, más fuerte y potente será el hechizo.
Luna Llena
Sin duda alguna, la luna llena es el momento mágico por excelencia. Es el momento en el que las fuerzas mágicas de la luna nos muestran todo su potencial y por ello es un gran momento para realizar cualquier hechizo propiciatorio en el que se busque plenitud y la total realización de nuestros deseos. Resulta especialmente útil en aquellos hechizos que necesiten grandes energías, además es la más indicada para los principiantes en magia que pueden utilizarla para todos sus hechizos cuando no son capaces de mover las energías necesarias para sus rituales.
Luna en Cuarto Menguante
El cuarto menguante es ese momento en el que, tras la luna llena, la luna comienza a desaparecer hasta llegar a la luna nueva. Esta fase de la luna potencia todo aquello que deba ser debilitado y eliminado. Por ejemplo, es la mejor fase de la luna para romper las brujerías y males de ojo. Los hechizos orientados a hacer desaparecer cualquier mal tienen en esta fase su mejor momento.
Nunca debemos realizar un ritual que necesite mucha potencia bajo los influjos de esta luna, puesto que representa lo que todavía no se ha hecho o no se ha conseguido. No tiene mucha fuerza y es preferible utilizarla cuando se buscan efectos mágicos sutiles, no demasiado trascendentales. Puede utilizarse especialmente para rituales de limpieza y renacimiento de energías.
Luna en Cuarto Creciente
Es un momento muy importante en cuanto a términos mágicos se refiere, pues todo el ciclo creciente de la luna, potencia cualquier hechizo propiciatorio. Esto significa que cualquier cosa que se quiera crear y mejorar será potenciada con un hechizo realizado en algún momento de esta fase. Hay que tener en cuenta que cuanto más cerca esté la luna de ser luna llena, más fuerte y potente será el hechizo.
Luna Llena
Sin duda alguna, la luna llena es el momento mágico por excelencia. Es el momento en el que las fuerzas mágicas de la luna nos muestran todo su potencial y por ello es un gran momento para realizar cualquier hechizo propiciatorio en el que se busque plenitud y la total realización de nuestros deseos. Resulta especialmente útil en aquellos hechizos que necesiten grandes energías, además es la más indicada para los principiantes en magia que pueden utilizarla para todos sus hechizos cuando no son capaces de mover las energías necesarias para sus rituales.
Luna en Cuarto Menguante
El cuarto menguante es ese momento en el que, tras la luna llena, la luna comienza a desaparecer hasta llegar a la luna nueva. Esta fase de la luna potencia todo aquello que deba ser debilitado y eliminado. Por ejemplo, es la mejor fase de la luna para romper las brujerías y males de ojo. Los hechizos orientados a hacer desaparecer cualquier mal tienen en esta fase su mejor momento.