La Carta Guía o Cómo encontrar nuestro camino con el Tarot

La Carta Guía o Cómo encontrar nuestro camino con el Tarot

Este mes quería escribir sobre la Carta Guía, o de cómo usar los arcanos en nuestra vida diaria para guiarnos, para apoyar nuestro inconsciente. Y lo voy a hacer.

Sin embargo, antes, quiero escribir unas palabras sobre gratitud. Sí, me siento en mi escritorio, y antes de dar la tecla escucho la música y miro por la ventana. Es domingo, y es pacífico. No llueve y septiembre ha llegado. Me siento agradecida por todo lo que tengo, y por la oportunidad de expresar mis pensamientos sobre lo incognoscible en este blog. Sí, gracias, si me estás leyendo. De verdad.

Si te interesa, como a mí, todo lo que tienen que ver con lo intangible, con lo que sucede en el fondo de nuestra mente o en la esquina de nuestro ojo, supongo que sabrás apreciar esos momentos en los que todo se muestra más vívido, en los que sabes que la sincronía de los acontecimientos está en sintonía con tu espíritu y sabes reconocer que aunque nacer, vivir y morir son experiencias terribles, a veces, también, merecen ser vividas.

No es fácil reconocer que nuestra vida tiene sombras, oscuridades y oquedades en las que no queremos pasar la bayeta. Y es en esos momentos en los que el tarot, esa herramienta mágica y mítica, nos abre una puerta a lo que necesitamos, un arcano puede llegar a ser como un báculo, un cayado que nos ayuda a seguir caminando.

Es en esos momentos cuando pienso que merece la pena abrir ese libro, y si no saber como hacerlo o interpretarlo simplemente déjate envolver lo lo poderoso de sus imágenes.

Nada en un arcano es casual, y todo le habla a tu inconsciente.

Lo más enorme de estudiar o disfrutar del tarot es que, una vez que lo aceptamos, somos conscientes del que el azar nunca es azaroso, y que esa carta determina en ese momento determinado, con esa imagen determinada es la que determinará la ayuda que necesitamos.

CARTA GUÍA

No importa si quieres una tirada con una tarotista o simplemente tienes un mazo en casa, siempre es bueno sacar una sola carta al azar, y que esta nos sirva de guía, no tiene por qué significar nada que vaya a suceder en el futuro, es algo que una vez levantado se proyecta desde nuestro presente al futuro. Es una carta que en realidad nos lleva al presente, y nos ancla en él. Nos sirve de guía, por lo tanto, nos ilumina nuestro camino en el mismo momento de ser.

Ya he hablado varias veces del poder que tienen las imágenes en nuestro cerebro, desde los primeros hombres que pintaban bisontes en una caverna hasta los cines en 3D del s. XXI, la imagen es poderosa, no vamos a hablar de los cientos de genios que con el dinero de la iglesia todavía tocan nuestra alma al contemplarlos, Miguel Ángel, EL Greco, El Bosco...

Hay algo en la imagen que nos maravilla, que nos hace estar un poco más conectados con nuestro consciente. La imagen es letras, son pensamientos; son al fin de al cabo, magia pura. No en vano está nuestra sociedad tan identificada y obsesionada con la imagen.

Como todo, tiene un lado bueno, y otro malo. Solo depende de como se use. La imagen de un Arcano después de tu café, tu tostada y ti ritual mañanerero antes de salir de casa, te incita a saber que es lo que el día te deparara, o en qué habilidades has de concertarte una Carta Guía puede servirte en una entrevista de trabajo, como para todo un más. Puede apoyarte en una cita a ciegas o en la educación de un niño rebelde. Potencia lo que hay dentro de ti y lo hace aflorar.

Así sin, más agradeciendo, que me hayas estado leyendo, te animo a que cojas el mazo, barajes tus cartas y saqueas tu guía para lo que sea que tienes en el corazón.