A todos nos gusta interpretar bien las cartas del Tarot, pero sabemos que es súper complicado. O deberíamos saberlo. Para poder leer bien el Tarot, no solo es necesario conocer las cartas y sus significados, sino que también es necesario evitar ciertos hábitos y costumbres. En esta entrada, te contamos por qué no acabas de interpretar bien las cartas del Tarot.
Cartas el Tarot: ¿por qué lo hago mal?
A la hora de leer el Tarot, hay ciertos hábitos que pueden
llevarnos a no hacerlo bien.
Ojo con los sentimientos
Las cosas que suceden a nuestro alrededor nos afectan. Nos
guste o no. Por ello, a la hora de leer el Tarot debemos ir con mucho cuidado,
sobre todo, si nos las leemos a nosotros mismos. Eso de “no me afecta tanto” no
es así. Por lo que, a la hora de leer el Tarot, o estamos muy seguros de que no
nos afectan demasiado las cosas, o dejamos que sea otra persona la que nos tire
las cartas.
Exagerar los significados
Hay cartas en el Tarot que dan mucho respeto, es verdad. Pero
esto no significa que no debamos ir con cuidado a la hora de interpretarlas cómo
son en realidad. Nosotros hemos hecho unos posts para que conozcáis bien todos
los arcanos, por lo que es muy útil aprender sobre ellos antes de ponernos a
leer las cartas.
Las cartas que no nos gustan, de lado
Esto no puede ser. Es muy fácil que, cuando nos echamos las
cartas, nos centremos en aquellas que sabemos que quieren decirnos algo bueno y
no en las demás. Pero esto no funciona así. Para que una lectura sea correcta,
es importante interpretar todas las cartas y darles la misma importancia a
todas ellas. Ya os hemos comentado, en más de una ocasión, que las cartas se
deben tener en consideración al completo.
Entender el Tarot y el futuro
Son muchas las personas que creen que el Tarot habla de un
futuro a corto o largo plazo y esto tampoco es así. El Tarot nos habla de
situaciones o eventos que van a llegar a nuestra vida en breve, por lo que
debemos actuar rápido antes de que esto suceda. O no. Pero, debemos valorar que
con la información que nos dan las cartas, vamos a actuar de un modo diferente
y aquí es donde podemos pensar que el Tarot se equivoca. Nada más lejos de la
realidad. Son nuestras acciones las que cambian el curso de los eventos. Por
ello, cuando hacemos una lectura, debemos pensar y ver el resultado como un
futuro a corto, o muy corto, plazo.
El Presente, importante siempre
Conocer el futuro es una de las cosas que queremos cuando
vamos a leer el Tarot y, a menudo, nos olvidamos del presente. El Tarot nos
hablará de aquellos acontecimientos a corto plazo, como hemos dicho, pero para
que las cosas vayan a mejor, debemos centrarnos en lo que las cartas nos dicen
también sobre nuestro presente. Por este motivo, las tiradas deben ser lo más
completas posible y es que, si no entendemos qué hacemos bien o qué hacemos
mal, ¿cómo vamos a aprender a mejorar nuestras vidas?
La intuición
Son muchas las personas que se ponen a leer el Tarot sin
más. Para leer el Tarot, hay que aprender. Y, cuando conozcamos bien los
Arcanos, debemos hacer uso de nuestra intuición. Cuando compramos un mazo del
Tarot, este viene con los significados de las cartas. Pero, esto no quiere decir
que solo nos transmitan estas exactas palabras. Debemos fluir con el Tarot y
debemos aprender a hacer caso a nuestra intuición.
Los detalles cuentan; aun así, no hay que forzarlos
Los detalles que nos dan las cartas hacen que nuestras
lecturas sean mucho más ricas. Por ello, es importante que les demos la
importancia necesaria. Ni más ni menos. No podemos ir a buscar tampoco al
dedillo, a buscar significados ocultos o detalles que no corresponden a los
Arcanos.
Falta de confianza
A la hora de leer el Tarot es crucial que confiemos en
nosotros mismos. No podemos dejar que el consultante nos guie. Es todo lo
contrario. Debemos confiar en nosotros y no tener miedo a que nos digan que nos
equivocamos. Aquellos que conocen el Tarot, saben bien que las cartas “dicen”
lo que hay y que sus mensajes cambian a la más mínima acción que hagamos. Por
ello, recurren al Tarot, para mejorar. Un tarotista que conozca bien su trabajo
nunca debe ir falto de confianza.
Complacer al consultante
Por mucho que nos guste dar buenas noticias, no podemos
dejarnos llevar por las emociones. A veces, vemos casos muy complejos, tristes,
que nos pueden llevar a sentirnos muy unidos al consultante (porque hemos
pasado, quizá, por situaciones similares) o afectados por sus sentimientos. Si
caemos en este error, no seremos capaces de interpretar bien las cartas.
0 comments:
Publicar un comentario