Conectar con las cartas del Tarot no siempre es fácil, pues hay factores que dependen mucho de ello. Sin embargo, si los conocemos y notamos que la conexión no es la que debería ser, hay una serie de consejos que podemos llevar a cabo para mejorar la manera en la que interactuamos con nuestras cartas.
Conectar con las cartas del Tarot: ¿por qué no hay conexión?
Lo cierto es que hay varios factores por los que podemos no sentir una buena conexión con nuestras cartas. Pero, lo principal es distinguir si es un mazo nuevo o bien un mazo que hayamos ya usado antes.
Falta de conexión con un mazo usado
Si la conexión nos falla con un mazo que ya habíamos utilizado antes, es posible que se deba a una mezcla de influencias y no haber limpiado las cartas. Siempre os hemos dicho que, para que las cartas funcionen bien, se deben limpiar con la luz de la luna llena o bien dejándolas en un sitio en el que haya incienso. Estas pequeñas prácticas son necesarias si queremos que nuestras cartas funcionen como el primer día. Nunca debéis olvidaros de la limpieza de las cartas, así como tampoco os podéis olvidar de guardarlas adecuadamente.
Para guardar las cartas adecuadamente, debemos guardarlas en un pañuelo cada ve que las hayamos empleado. Lo mejor es utilizar un pañuelo morado, pues es el color de la protección.
También es posible que nuestras cartas dejen de funcionar porque han sido demasiado usadas. Con todo, los mazos se hacen viejos como cualquier otra propiedad que podamos tener. Por ello, si con una buena limpieza, estas no vuelven a funcionar bien o no recuperamos la conexión, será necesario comprar un nuevo mazo.
Falta de conexión con cartas nuevas
Si, por el motivo que sea, hemos comprado un mazo del Tarot nuevo, también es posible que sintamos que no hay una buena conexión con estas nuevas cartas del Tarot. Sin embargo, hay también pequeños trucos con los que podemos recuperar esta conexión.
Separarlas del libro
Si ya no somos novatos en el uso del Tarot, es posible que el libro que acompaña a las cartas sea el problema. Debemos tener en cuenta que este libro está pensado para aquellos que se inician en el mundo del Tarot, por lo que puede interferir con nuestra experiencia. Por ello, lo primero que deberíamos hacer es deshacernos el libro si no lo necesitamos o bien, si lo queremos guardar, apartarlo del mazo.
Dales tiempo a las cartas
Es importante que dejemos de usar las cartas si vemos que la conexión no es la adecuada. Por ello, lo mejor es dejarlas guardadas durante un tiempo. Así, estas podrán reposar y nosotros veremos si podemos hacer uso o bien si debemos probar otras cosas para poder volver a usarlas.
Llévalas unos días contigo, aunque sin usarlas
Otra manera en la que podemos recuperar la conexión con nuestras cartas es tenerlas más cerca para que se vayan acostumbrando a nosotros. Para ello, las podemos llevar en una bolsita o con su pañuelo en nuestro bolso o bien dejarlas en el coche. También podemos dejarlas en el cajón de la mesita de noche mientras dormimos. Así, se irán impregnando de nuestra energía.
Buscar una conexión natural con ellas
Además de lo que os hemos mencionado anteriormente, salir a la naturaleza con nuestras cartas también puede ser una gran idea. Así, podemos probar de hacer lecturas en un medio tranquilo, relajado y abierto.
Espacios de lecturas adecuados
Si la conexión con las cartas no es la correcta, deberíamos intentar cambiar el sitio en el que hacemos nuestras lecturas. Y, si las llevamos a cabo en espacios cerrados, estos deberían ser espacios muy propios y que no compartimos con nadie (o muy poco). Además, podemos probar de usar incienso para que las cartas se vayan impregnando más de tranquilidad, así como de nuestros gustos.
Como veis, hay varios motivos por los que vuestras cartas pueden no conectar bien con vosotros, aunque esto no significa que no vayan a hacerlo. Con los pequeños trucos que os hemos mencionado, estamos seguros de que vais a poder recuperar este mazo que tanto os gusta y usarlo durante mucho tiempo. Sin embargo, si ninguno de estos trucos funciona, será momento de comprarnos un mazo nuevo.